Me da mucha pena admitirlo, pero ella tenía razón. En vez de escucharla, de reflexionar sobre mi comportamiento y, sobre todo, de ofrecerle una disculpa, me distraje buscando cualquier excusa para justificar mis acciones. Me dije que mi amiga exageraba; todo el mundo se interrumpía independientemente de cuestiones de género. Más que nada, me aferré a la idea de que yo, un feminista muy orgulloso de serlo, era demasiado consciente de estos temas como para hacer algo tan descaradamente machista. […]
En Español: I need to stop interrupting women
